La crisis del sistema capitalista a nivel internacional, con signos inconfundibles de agotamiento, ha agravado las condiciones de vida de los pueblos de todo el mundo poniendo en grave riesgo la vida misma de miles de millones de personas. Un ejemplo de ello es el avance de los “agronegocios” por sobre la SOBERANIÍA ALIMENTARIA de los PUEBLOS, intensificando su embestida para apropiarse no sólo de nuestros alimentos para transformarlos en combustibles, sosteniendo la industria automotriz, sino también el agua, los minerales, el petróleo y nuestros territorios. El aumento de los precios de todos los cereales viene generando hambrunas y revueltas en diversos países de África, Asia y América Latina. Incluso en nuestra patria, debido a extremas condiciones de dependencia y concentración capitalista, amplios sectores de la población no tienen acceso a una alimentación básica.
El gobierno hoy presidido por Cristina Fernández de Kirchner ha defraudado las expectativas y esperanzas de una amplia mayoría popular, dando continuidad e implementando políticas de concentración y extranjerización de las tierras y de los recursos naturales en general. La sanción de la ley antiterrorista, el mantenimiento de la judicialización de las protestas y la vigencia de leyes contra los intereses del pueblo impuestas por la dictadura, son instrumentos necesarios para el gobierno y las clases dominantes para frenar el descontento. Hambre y represión; clientelismo y cooptación, son las claves para el acompañamiento a los grupos de poder que, prácticamente sin interrupciones, dictan las políticas desde 1955 a esta parte. Para ello derogaron, por un bando militar la Constitución de 1949, cuyos postulados reivindicamos como piso de conquistas alcanzadas, particularmente aquellos referidos a: - los derechos sociales, - la función social de la propiedad, el capital y la actividad económica, - la pertenencia originaria al Estado de las empresas de servicios públicos y la soberanía nacional sobre los recursos naturales (arts. 37/38/39/40).
Recogemos el mandato histórico de las luchas de más de 500 años de resistencia al colonialismo de nuestros Pueblos Originarios. El mandato de nuestra clase trabajadora que jamás se resignó a perder su dignidad, y nos reconocemos en sus propuestas históricas de La Falda, Huerta Grande y el Programa del 1º de Mayo de la CGT de los Argentinos. Nuestra clase trabajadora siempre estuvo con las acciones que nuestro pueblo protagonizó: la Semana Trágica y la Patagonia Rebelde, el 17 de Octubre de 1945, la Resistencia peronista del ´55 al ´73, el Cordobazo, la Coordinadora de Gremios, Comisiones Internas y Cuerpos de Delegados en Lucha de 1975, la Resistencia a las dictaduras militares, la Resistencia al neoliberalismo de los años ´80 y ´90, el 19 y 20 de Diciembre de 2001, entre tantos.
Somos parte del proyecto de unidad latinoamericana y caribeña encarnada en Cuba, Venezuela, Bolivia, y también Ecuador y Nicaragua; del proceso abierto por el pueblo paraguayo, y las luchas de los pueblos del Salvador y Guatemala. El Alba (Alternativa Bolivariana de las Américas) es nuestra respuesta a la arremetida imperialista que promueve la reconfiguración territorial del Cono Sur, la división de nuestros países, el desmembramiento de regiones estratégicas por su caudal energético y de recursos naturales. Bolivia está hoy bajo fuego y apuntan a la República Bolivariana de Venezuela. Nuestro proceso de LIBERACIÓN, forma parte de una estrategia de integración continental.
En nuestro país urge organizarnos para protagonizar estos procesos de liberación. Así es que estamos convencidos de la necesidad de REFUNDAR LA REPUBLICA. No nos sirven sus actuales instituciones, no nos sirve su sistema político, no nos sirve su dirigencia, no nos sirve esta República vieja, moribunda, oligárquica y capitalista, carcomida por la corrupción, los privilegios bochornosos e injusticias intolerables a perpetuidad. Nos pararnos frente al poder constituido construyendo el poder constituyente. Para ello nos proponemos la tarea de la construcción y organización del poder del Pueblo para que el Pueblo sea poder. Poder que llegue a expresarse en una ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE ORIGINARIA. Ese poder tendrá que ser capaz de enterrar al viejo Estado eurocéntrico, de ésta “Nuestra América” fragmentada, con su vacía e ilegítima “democracia representativa” para dar paso a la construcción de la Patria Grande de una Suramérica Unida, en el marco de una democracia protagónica y participativa.
En el sentido de esta CONVOCATORIA, a nadie le pedimos que renuncie a identidades trabajosamente construidas. Nos ofrecemos un camino de esfuerzo cotidiano, de una movilización creciente, de una organización sistemática, de una lucha permanente que no ignore ninguna forma de participación.
NOS CONVOCAMOS PARA LIBERAR LA PATRIA
· Trabajadores urbanos, rurales y jubilados, protagonistas imprescindibles del sujeto capaz de producir los cambios necesarios.
· Mujeres, Hombres y Niños que peleamos cotidianamente por el acceso a elementales Derechos Humanos: alimentación, salud, trabajo, vivienda y educación; derechos éstos indispensables para garantizar la Justicia Social. Hombres, mujeres y niños que somos el emergente social de décadas de entrega, desindustrialización y concentración económica.
· Mujeres y Hombres que luchamos contra todas las formas de discriminación.
· Jóvenes que, sin ninguna perspectiva de futuro buscamos una vida digna; así como los que asistimos confundidos en una realidad que nos niega todo, obligándonos a transitar por el camino que conduce a la degradación humana.
· Campesinos sin tierra y Comunidades de Pueblos Originarios siempre avasallados por los dueños de todo.
· Estudiantes secundarios, terciarios y universitarios que diariamente nos esforzamos para obtener conocimientos para servir a nuestro Pueblo; y que esperamos sin esperanzas una convocatoria que nunca nos llegará mientras sobreviva este Estado que no nos pertenece.
Intelectuales, técnicos y profesionales que todavía creemos que nuestros conocimientos y práctica deben responder a las necesidades de los pobres y excluidos.
Creyentes de todas las creencias que tenemos la voluntad de luchar por la dignidad del pueblo más humilde.
· Los que estamos dispuestos a servir y defender a la Patria sabiendo que no hay poder superior al del pueblo, libre y soberanamente organizado.
· Militantes de las más diversas militancias para que, comprendiendo que “solo el pueblo salvará al pueblo”, aceptemos nuestras limitaciones y tengamos la grandeza de construir con “los otros” la creciente unidad que todos necesitamos.
Desde este lugar de encuentro y acción aspiramos a contribuir a la construcción de un MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN NACIONAL Y SOCIAL, como un instrumento para alcanzar los objetivos propuestos, por los cuales miles y miles de compañeros lo dieron todo por generaciones y generaciones. Esa gigantesca energía es patrimonio común de todo nuestro Pueblo y con ella alimentaremos nuestra lucha e iluminaremos el camino del futuro.
CONVOCATORIA POR LA LIBERACION NACIONAL Y SOCIAL
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