miércoles, 14 de diciembre de 2011

EN EL MARCO DEL IV PLENARIO NACIONAL DE CONVOCATORIA

NACIÓ EL FRENTE DE RESISTENCIA NACIONAL

TEXTO LEÍDO PÚBLICAMENTE EL 10 DE DICIEMBRE DE 2011

COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS:

Queremos expresar nuestra inmensa alegría por el inicio de este camino conjunto que hemos elegido en el marco del Frente de Resistencia Nacional

Hoy vivimos una etapa de agresividad sin límites por parte del imperialismo. El capitalismo atraviesa una gran crisis. Pero sería un error creer que el capitalismo y la explotación van a desaparecer por sí solos.

A la explotación de los trabajadores, se sumó en las últimas décadas el saqueo y destrucción de los bienes naturales que implica la ocupación de espacios físicos, de países y de regiones enteras.

Como se demostró recientemente en Libia, ningún pueblo ni gobierno estará a salvo de ataques masivos y brutales por parte del imperialismo, si no acepta el sometimiento al gran capital y a las estructuras estatales que sostienen la administración de sus intereses.

Irak, Afganistán y Libia están ocupados por imperialistas yanquis y europeos. Palestina está ocupada por el imperialismo sionista. La República Saharaui está ocupada por imperialistas marroquíes. El País Vasco está ocupado por imperialistas españoles y franceses. Siria está siendo desestabilizada todos los días por el imperialismo. Sobre Irán pesa la amenaza de una nueva invasión imperialista. En Colombia, los imperialistas atacan al pueblo y a sus organizaciones revolucionarias. En Paraguay, los yanquis desplegaron ya sus tropas y reprimen al pueblo y a sus organizaciones.

Esta realidad demuestra que a los pueblos del mundo no les queda otro camino que la Resistencia en todas sus expresiones.

En nuestro país, quienes llevan adelante políticas proimperialistas ejercen cada vez más control sobre nuestro pueblo, restringiendo numerosos derechos, suprimiendo otros, y estableciendo un carácter policíaco y judicial de sus estructuras destinadas a mantener los privilegios de los poderosos.

La concentración económica, la pérdida del valor de los salarios, la precarización del trabajo, la distribución de migajas a los desocupados para contener la protesta popular, la corrupción en todos los niveles oficiales, la miseria extendida que agrede a millones de argentinos, el accionar de las multinacionales extractivas de nuestros recursos naturales con la complicidad y el aval gubernamental, el deterioro de la salud y la educación públicas, forman parte de una política general que se aplica desde arriba.

El gobierno de Cristina Fernández, como los anteriores, defiende los intereses de las clases dominantes y del imperialismo con la judicialización y represión de las protestas sociales que sólo en el último año costó 17 vidas del pueblo en luchas por derechos básicos.

Ha instalado un estado policial y leyes antiterroristas que atacan preventivamente a sus potenciales adversarios, es decir a los jóvenes, pobres, pueblos originarios, trabajadores y desempleados, y que va limitando, las libertades y derechos históricamente adquiridos por los argentinos durante décadas de luchas populares y sacrificios.

El gobierno nacional trata de convencer a dirigentes políticos, barriales, estudiantiles, sindicales y culturales, con la teoría del mal menor, y lo hace para construir un consenso basado en la resignación y el miedo.

El discurso sobre derechos humanos oficial es demagógico y vacío de contenido, ya que niega en los hechos la vigencia de esos mismos derechos humanos a millones de argentinos agredidos por las políticas de entrega al gran capital.

Por eso, los luchadores y luchadoras debemos dirigir nuestros esfuerzos a recorrer en unidad los caminos de la Resistencia.

Esa Resistencia debe partir de reconocer la actual correlación de fuerzas desfavorable para nuestro pueblo, la necesidad de abandonar las rencillas, mezquindades y diferencias secundarias en el campo popular, para poder enfrentar con eficacia los planes de las clases dominantes, encabezadas políticamente por los gobiernos nacional, provinciales y municipales, y del imperialismo que nos saquea, oprime y reprime cotidianamente.

La resistencia es por eso antiimperialista y anticapitalista al mismo tiempo.

Nosotros no peleamos por un capitalismo serio como el que quiere la presidenta de la Nación, ya que como dijo John William Cooke, “Combatimos contra el sistema y no contra una de sus variantes”.

Por eso, como también advirtió Cooke: Si ésta es una guerra librada contra el régimen, no podemos contar con los que combaten "adentro" del régimen”.

No hay alianza política posible con el gobierno ni con ninguno de sus integrantes o seguidores.

Los resultados electorales favorables al kirchnerismo provocarán un endurecimiento de sus políticas, una tendencia mayor aún a la cooptación de grupos y sectores y a la represión contra el pueblo.

Frente a ello, tenemos que encarar un proceso de unidad en la acción en el marco de una etapa de defensiva estratégica caracterizada por la Resistencia.

La Resistencia implica un alto grado de iniciativa política, de acción en las calles, en las fábricas, en las universidades y colegios, en los barrios, en el campo, en los ámbitos culturales.

Para resistir es necesaria la organización y coordinación de las luchas, construir y disputar espacios en todos los ámbitos, dar la batalla de ideas y al mismo tiempo dar batalla en el terreno de los hechos concretos mediante planes de lucha efectivos sin desdeñar ningún método.

Proponemos articular las luchas nacionalmente y de manera paralela regionalmente, respetando las particularidades de cada región de acuerdo a sus características y necesidades.

Proponemos enfrentar y derrotar a las burocracias en todos los ámbitos, sea sindical, territorial, estudiantil, estatal o política.

Recogemos el mandato histórico de las luchas de más de 500 años de Resistencia al colonialismo de nuestros pueblos originarios.

También recogemos el mandato de nuestra clase trabajadora y nos reconocemos en sus propuestas históricas de La Falda, Huerta Grande y el Programa del 1º de Mayo de la CGT de los Argentinos de 1968.

Los trabajadores argentinos siempre protagonizaron las acciones históricas de nuestro pueblo: la Semana Trágica y la Patagonia Rebelde, el 17 de Octubre de 1945, la Resistencia peronista, el Cordobazo, El Rosariazo, el Correntinazo y otras expresiones de rebeldía popular.

Somos hijos de la Coordinadora de Gremios, Comisiones Internas y Cuerpos de Delegados en Lucha de 1975, del heroísmo de las organizaciones revolucionarias de los años ´70, de la Resistencia a las dictaduras militares, de la Resistencia al neoliberalismo de los ´80 y ´90, y del 19 y 20 de diciembre de 2001, entre otras tantas páginas heroicas escritas por nuestro pueblo.
Allí radica el por qué de la necesidad urgente de construir, fortalecer y extender el Frente de Resistencia Nacional, sin que ningún sector u organización política o social que lo integre pierda la identidad y la orgánica que ha construido a lo largo de los años, y con la participación protagónica de los compañeros y compañeras independientes que se sumen a la Resistencia.

Convencidos de la capacidad de los trabajadores y de nuestro pueblo en general para decidir su propio destino, nuestro objetivo estratégico es el poder, porque sólo una sociedad basada en el poder popular podrá acabar con la explotación del hombre por el hombre y derrotar los intentos agresivos del imperialismo.

Por eso, COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS,

RESISTIR PARA VENCER!!!!

LIBRES O MUERTOS, JAMAS ESCLAVOS!!!!

AVENCER O MORIR POR LA ARGENTINA!!!!


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