NO TE DEMORES MÁS Y ORGANIZATE POLITICAMENTE
Cuando todo parece más de lo mismo; cuando ya no hay distinciones ideológicas ni programáticas entre unos y otros; cuando da lo mismo estar un día con los trabajadores, mañana con los patrones y pasado todos juntos y revueltos. Cuando la izquierda se parece a la derecha; cuando el centro es un gran agujero o grieta por donde varios se reciclan; cuando el hartazgo o las náuseas nos invaden frente a tanta hipocresía y nos quitan el deseo y las ganas.
Cuando
se indica preocuparnos primero por nosotros y después por el otro, cuando se
impone el “doy a cambio de algo”; cuando el otro pasó a ser algo utilizable y
descartable. Cuando participar y sentirme parte de un Todo implica seguir al
rebaño de la Nada. Cuando ser parte del club de fans de una personalidad mediática
honorable me hace sentir mejor persona y
más popular; cuando el personaje se adueñó de la persona, y lo superficial de
lo genuino.
Cuando
me decido a participar y me piden que
vote en blanco o me quede en casa; cuando la esquizofrenia de decir una cosa y
hacer otra se hace saludable y placenteramente cómoda. Cuando el “como sí” se
hizo ley y todo análisis se queda en quejas y críticas a los otros como escusas
para no hacer lo que se debe. Cuando me
duermo tranquila o tranquilo por haberme solidarizado con un cartelito y
mandado saludos por el ciber-espacio; cuando el ciber- espacio que unos pocos
controlan, se me presenta como un extenso campo de supuesta libertad para decir
lo que se me canta. Cuando un telegrama cibernético reemplaza al manifiesto;
cuando escribimos lo que viene a la mente sin ser conscientes que allí no media
la palabra ni gestos; cuando lo explicito se vuelve obsceno.
Cuando no hay consciencia de clase y gano la de género. Cuando el gatillo fácil y el 2x1 se me volvieron en contra. Cuando las víctimas desaparecieron a las y los combatientes; cuando nos convencieron que la paz se consigue sin guerra. Cuando la razón paso de moda y los problemas me los resuelven otros; cuando el otro ya no tiene rostro. Cuando a todos trato por igual porque todo me da igual y ya no me atraen las diferencias. Cuando ya no tengo lealtades, códigos y valores, solo quiero sacar tajada.
Cuando
pierdo seriedad y compromiso por cambiar la realidad hostil; cuando no pongo el
cuerpo y cuando hace años no toco un cuerpo. Cuando pierdo credibilidad frente
al compañero por no cumplir con lo que digo; cuando digo más de lo que hacen
mis manos; cuando humillo bajando línea pero todo suena a hueco y vacío, y la
impostura se vuelve ridícula. Cuando me escudo en el pasado por miedo a mi
presente y pánico al incierto futuro; cuando los fantasmas se me hacen carne y
la carne ya no huele a sudor ni a lágrimas. Cuando la bronca termina
domesticada, y mi revancha en los cuarteles de los buenos modales y costumbres…SE
HA ESCLAVIZADO AL SER HUMANO.
Esclavos
sometidos, inconclusos, atrofiados, enroscados, mutilados, deprimidos, egocéntricos,
vulnerables, sometidos, predecibles, alcahuetes obsecuentes, moldeables, ¡teledirigidos!
Esclavos de la voluntad del patrón, de los dueños, del jefe o la jefa, del
capitalista…del Imperio del Dinero. Ellos someten desde la enajenación material
pasando por la colonización ideológica. Ellos nos necesitan idiotizados,
consumidores y reproductores sistémicos. Ellos necesitan que creamos en sus
leyes, que no hay nada más digno que pelear por las libertades individuales
enumeradas en los preámbulos de las convenciones de Derechos Humanos, defender la propiedad privada y el desarrollo
personal de la meritocracia, y tener como principal objetivo dar la vida en
defensa de la democracia occidental anglosajona y liberal.
Que
nadie se atreva a cuestionar esos valores, que todos repudien cualquier tipo de
violencia, que nadie se pregunte si hay posibilidad de otro sistema de vida.
Que descarguen sus frustraciones en
terapias colectivas y grupales dibujando consignas. Que nadie se atreva a
organizarse políticamente para revolucionar el orden establecido, que todos
piensen que se revolucionan pero que no se enfoquen en el poder. Que el poder
sea un misterio para unos pocos, y que esos pocos nunca sean nombrados.
Hasta
aquí llegamos TODOS, las y los que intentamos
una y otra vez junto a la memoria de los que ya no están, y también los que
buscaron los atajos retrasando y quitando fuerzas al camino revolucionario.
Aquí estamos, en la cueva mirando la proyección de una realidad que se nos
presenta como cierta. Aquí estamos TODOS dentro de la Matrix, controlados por
el “Gran Hermano”, el ojo que todo lo ve y al que nos está prohibido acceder.
Nuestro
tiempo físico se nos escapa de entre las manos, perdiendo minutos, horas, días,
años en varias batallas ficticias e
impotentes. Mucho esfuerzo y recursos en conseguir una banca dentro del juego
de la democracia representativa que mayoritariamente repudiamos. Reclamamos la Soberanía
del Pueblo, y nos desgastamos en sostener su sometimiento parlamentario
delegativo. Mientras tanto ellos avanzan en su sometimiento, avanzan en las
ocupaciones territoriales, en la colonización de nuestras tierras e ideas;
compran voluntades, firman pactos sociales, encienden rebeldías controlables,
saquean territorios, balcanizan unidades nacionales, desintegran Estados, y avanzan
en el rediseño del Nuevo Orden Mundial.
Muchas
compañeras y compañeros de buena fe y voluntad, están dando sus batallas en ese
frente, y apuestan frenar a la bestia desde la legalidad institucional, o en el
mejor de los casos poder difundir sus ideas a mayor cantidad de personas
aprovechando las campañas masivas en tiempos electorales. No perdemos tiempo
nombrando a los partidos del sistema, los partidos o sellos financiados y
alineados a intereses internacionales, que por “izquierda” y por derecha,
disputan regímenes pero sostienen las reglas de juego del sistema de dominación
y opresión impuesto.
El
frente electoral es un frente de masas más, en donde la tarea, al igual que el
frente sindical y territorial, es alcanzar la mayor fuerza posible para la
disputa de poder. Allí, la militancia debe centrarse, por un lado en elevar el
nivel de conciencia de clase (es decir que la mayor cantidad del integrantes
del Pueblo Trabajador se decida a organizarse revolucionariamente en una
estructura política); y por otro la disputa de las instituciones, sobre todo
del Estado, para ponerlas al servicio del proyecto político revolucionario. No
creemos en estas instituciones caducas, ajenas a los intereses populares;
creemos en la necesaria toma del poder instituido para que irrumpa el poder
constituyente del Pueblo, y que se subvierta el orden establecido por un
sistema Socialista, verdaderamente democrático.
Las
elecciones parlamentarias pasaran y la tarea seguirá siendo la misma. Nuestro
objetivo está en la resolución de la relación de poder entre LIBERACION O
DEPENDENCIA, ENTRE NOSOTROS O ELLOS, ENTRE OPRIMIDOS Y OPRESORES. El enemigo
principal es el IMPERIALISMO, y no hay liberación de él dentro de su sistema de
dominación, que es el Capitalismo. Ser anti-imperialista es a su vez ser
anti-capitalista, no hay Liberación Nacional posible de las garras del Imperio
sino nos proponemos al mismo tiempo la construcción hacia el Socialismo; y no
hay camino hacia el Socialismo sin una clase Trabajadora organizada en unidad
nacional para la liberación de la Patria. A la clase Trabajadora argentina, con
empleo o sin empleo, se le niega el camino de la unidad Nacional para que no
protagonice la revolución de su liberación social. En un país como el nuestro,
semi-feudal y dependiente económicamente de los capitales extranjeros, donde
los medios de producción estratégicos se encuentran en manos foráneas,
encaminarse hacia la construcción del Socialismo indefectiblemente implica la
lucha por la Liberación Nacional. Al Imperio…ni un tantito así. “Peleamos
contra el sistema y no contra una de sus
variantes”.
Para
ello no hay recetas dogmáticas ni un solo camino para alcanzar dicho objetivo;
toda y todo revolucionario debe tener la creatividad, capacidad y formación
para encausar las herramientas de resistencia que surgen de la resistencia de
su Pueblo, y encausarlas organizativa y revolucionariamente hacia una
estrategia de poder, que avizore el objetivo final de la causa y prevea las
victorias parciales en el largo camino de la revolución continua y permanente.
Ni
el guerrillerismo, ni el sindicalismo, ni el electoralismo por si solos son métodos
que garantizan soluciones a la ofensiva de un enemigo que ha sofisticado sus
armas, y que disputa en todos los terrenos y dimensiones de la relación de
poder impuesta. Por eso, el desafío cada vez nos exige más disciplina,
formación, grandeza en la humilde tarea de aprender a ser conducidos, y el
coraje para asumir las ignorancias del presente si entendemos que tenemos la
responsabilidad de conducir a otras y otros. No se puede conducir a un Pueblo
que no está preparado para ser conducido. El Imperio nos pretende adiestrarnos
y disciplinarnos también para que nos dejemos conducir hacia sus intereses. La
revolución necesaria, y exigida por el Pueblo a través de sus necesidades insatisfechas,
consciente o no de ello, es nuestra tarea. Necesitamos que la mayor cantidad de
nuestro Pueblo Trabajador se predisponga para ello.
La
oligarquía internacional, que con sus gerentes hoy en la conducción del
Ejecutivo Nacional, con su servil burguesía local transnacionalizada, con los
partidos liberales parlamentaristas, con sus disputas intercapitalistas hacia
una etapa de mayor concentración del sistema financiero internacional. Con su
crisis sistémica pretendiendo que los pueblos la paguen, con la superpoblación global
estorbando en el rediseño mundial, de un sistema de vida que alcanza para unos
pocos. En su guerra imperial de rapiña, saqueando recursos, atendiendo el problema
demográfico con los exterminios de pueblos enteros, ocupando países a través de
los ensayos de implosiones de Estados, financiando e incentivando desestabilizaciones y guerras civiles.
Nunca
como antes han estado tan a la vista nuestra, en forma obscena, los reyes
desnudos frente a nosotros. Son Ellos o Nosotros. Son esas pocas familias
banqueras que comandan y dirigen las pocas potencias mundiales que se disputan
el liderazgo dentro del sistema capitalista y consumista global. Los que
realmente se enfrentan y resisten (no los simulacros e inventos por ellos
financiados); los que realmente están resistiendo, son los que están padeciendo
todo el odio sobre sus espaldas, toda la crueldad al desnudo de los que quieren
todo bajo su control y dominio: Palestina, Siria, Venezuela, y las
organizaciones revolucionarias que se dan en el seno de aquellos Pueblos
subyugados por la ocupación.
Retomemos
con las bases abnegadas, tozudas y sacrificadas de nuestro Pueblo la propuesta
de un Frente de Liberación Nacional, tan necesario para la revolución en
nuestro país y el continente. Esta es la forma de ser solidarios con las y los
revolucionarios de nuestra Patria Grande, el resto son solos mensajes y
palmadas a la distancia, que en los más respetables casos solo se les acerca
los mejores deseos.
No
te demores, y discúlpanos que no podamos detenernos a esperarte porque el
enemigo ataca, enfrenta, persigue, encarcela y mata todos los días; pero sabé
que las puertas de la Historia estarán siempre abiertas para recibirte como una
y un combatiente compañero.
PATRIA
O MUERTE – VENCEREMOS
CONVOCATORIA POR LA LIBERACION NACIONAL
Y SOCIAL
en el camino de la SEGUNDA Y DEFINITIVA
INDEPENDENCIA
Agosto
2017
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