sábado, 2 de abril de 2016

PATRIA SI, COLONIA NO - NO OLVIDAMOS, NO NEGOCIAMOS, NO NOS RENDIMOS

“La soberanía de un pueblo no se discute, se defiende con las armas en la mano”(Augusto C.Sandino)

La ocupación de las islas Malvinas por parte del Imperio Británico es uno de los pocos resabios coloniales que quedan en el mundo, comparable a la ocupación de Guantánamo en Cuba y de Puerto Rico por parte de los yanquis; del territorio de la República Saharaui a menos de la corona marroquí; del los territorios vascos ocupados por España y Francia; y de la tierra palestina por parte de Israel; entre otros.
Su recuperación como parte del territorio argentino es un legítimo derecho de nuestro pueblo.
Las clases dominantes locales han hecho de esa sentida reivindicación una consigna vacía a la que recurrieron varias veces con fines que nada tienen que ver con los intereses populares.
La ocupación de las Malvinas en 1982 fue una maniobra urdida por la cúpula militar encabezada por Leopoldo Galtieri con el fin de obtener legitimidad interna frente a las crecientes protestas populares contra la dictadura.
Vale recordar que el 30 de marzo de 1982, dos días antes del 2 de abril, miles de trabajadores fueron detenidos, centenares heridos y uno muerto, durante protestas contra la dictadura.
El ejército del capitalismo  exhibió entonces impericia técnica por parte de unas fuerzas armadas creadas y entrenadas para combatir contra el enemigo interno, esto es, contra el pueblo argentino.
Esto ayudó a consumar una derrota que sufrieron especialmente los conscriptos enviados al frente de batalla sin los elementos ni el entrenamiento adecuado.
Cada uno de esos jóvenes merece el respeto y homenaje de todo nuestro pueblo, ya que cayeron defendiendo una parte de nuestra Patria, a diferencia de algunos de los más conocidos exponentes de los dictadores, como el capitán Alfredo Astiz que se rindió sin combatir.
Luego, desde 1983, la  verborragia de Alfonsín, los ositos de peluche que el canciller de Menem les mandaba a los habitantes ingleses de las islas, y el discurso hipócrita del gobierno de Cristina Kirchner, y hoy la repugnante intimidad en la complicidad con el imperio del macrismo volviendo a las relaciones carnales; discursos vacíos alusivos al patriotismo, ocultando sus verdaderos intereses, mientras desde el gobierno se entregaron y se siguen entregando los recursos naturales argentinos, soberanía nacional, y se abren las puertas a la voracidad de las grandes empresas multinacionales y de corporaciones locales que no solamente se apropiaron del patrimonio territorial de nuestro pueblo, sino que lo fueron degradando con la contaminación y el saqueo constante al que es sometido.
Desde esa óptica, sostenemos que cualquier recuperación territorial de nuestros territorios usurpados en el Atlántico Sur, debe formar parte de la recuperación de todos los recursos, todas las riquezas y todos los resortes del poder por parte del pueblo y sus organizaciones políticas y sociales.
El anti-imperialismo no puede entenderse como una formalidad discursiva.
Las recientes quejas de oficialistas a raíz de la explotación de los recursos naturales de las islas, se contradicen con la sociedad entre el gobierno y grandes grupos económicos
El capitalismo liberal mundial, en manos del SupraEstado del Dinero, no sabe de “cuestiones nacionales” sino de poder económico, de ganancias y de explotación.
En el capitalismo liberal imperial, las mayorías están sometidas a las minorías enriquecidas por el trabajo ajeno, gracias a la colonización cultural e ideológica de la clase dominante. No hay “capitalismo salvaje” o "capitalismo humanizado", una contraparte democrática o moderada: todo capitalismo es salvajemente competitivo, nihilista y asesino.
La aspiración del Pueblo es recuperar las Malvinas y demás islas del Atlántico Sur para ponerlas, como al resto del territorio argentino, al servicio de sus propios intereses y no de explotadores que pueden hablar en inglés o en castellano, pero que comparten su vocación criminal al explotar a millones para satisfacer a unos pocos.
La recuperación de las Malvinas es una de las banderas inegociables del Pueblo argentino, un territorio geopolíticamente indispensable para la liberación de nuestra Patria Grande, y una extensión de nuestra historia que duele y nos obliga a la Acción y la Organización para no olvidarlas, recuperarlas de su cautiverio y volverlas a traer a casa.

CONVOCATORIA – SEGUNDA INDEPENDENCIA – 2/4/2016



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